Estamos Todos En Vitrina.
Su/posiciones

miércoles, 19 de agosto de 2009


Con un poco de esfuerzo levanto una copa de cristal y la puso a contraluz , (tenia polvo) . Solamente la sopló y se dijo: - Queda mejor así, con sabor a tiempo.- Luego abrió el vino que guardaba para ocasiones especiales, y puso en el toca discos de su abuelo a Sinatra. Se paseo, oscilando despacio ayudada de su bastón, tarareando la melodía. -Buscaba a rayo, su gatito-. Se sentó en ese sofá parisino que tenia, ( donde veía comedias o escuchaba la radio mientras tejía interminables bufandas para algún sobrino suyo imaginario) y bebió un sorbo de vino, "un poquito hace bien para el corazón" dijo mirando en la ventana frente a ella como se ponía el sol. Rayo llego y se puso en sus faldas, lo miro y con un deje de angustia, le susurro, despacito, para que entendiera y no se le olvidara aquel mensaje:- Tendrás que cuidarte solito ahora hijo mio, por que hoy día, me dijeron que iría a algún lugar bien lejos de aquí.- Cuando termino de beber el vino, se estiraron las comisuras de sus labios y se dibujo en su rostro surcado una sonrisa complaciente, y por el éter de sus ojos nacieron muertas un par de lágrimas celestes. La encontraron pocas horas después, tapada con un chal de color blanco y con una sonrisa amable. En la copa quedaban algunos minilitros de vino mezclados con diazepan.

martes, 18 de agosto de 2009

Arlequines.


El niño miraba como nacía su hermano, cada astilla, cada gramo de aserrín lo acercaban a verlo, con los ojos rebosantes de una emoción lejana, pero suya, tan de el que le era ajena, esperaba necio/paciente.
Castil lo talló con madera de alerce, herramientas finas, pinturas de alcurnia y seda. Bellos encajes vestía, zapatitos de charol rojo y un brillo en los ojos azules acuarela.
Cuando El por fin lo tubo en los brazos, puso su oreja en el pecho de el muñeco, y pudo oírle el corazón, y pasaron horas enteras conversando en el taller.


Imagen: sandra betancort

domingo, 16 de agosto de 2009

La sorpresa.


La cama estaba desordenada y tibia, perfumada de cuerpos y sudor.
En el velador estaba el desayuno servido, ( jugo, leche y tostadas), y tenia un pequeña nota que decía :"Amor, ven a buscarme, te tengo preparada una sorpresa."
Miró por las cortinas y se percató de que él estaba muy lejos,
donde el sol pesa y sirve para cocinar, donde pastan las ovejas libres de cualquiera que use pantalones. Vestía solo una jardinera azul, y le brillaban tenues las gotitas de roció en el cuerpo.
-Cosechaba maravillas-.
Ella, - con ese brillo inocente en los ojos-, se sacudió el pelo y se puso sandalias, corrió para abrazarlo y darle las gracias. Tropezó con algunas ramas en el trayecto de la casa a la colina, el pasto estaba húmedo y sentía las gotitas heladas en los tobillos, el aire tibio le desordenaba el vestido donde se habían enredado algunas hojas. Cuando por fin llego a sus brazos, el le dijo con la sonrisa picarona pegada en los labios: - Te vez hermosa. ¿ Quieres que te muestre tu sopresa?- Ruborizada le contesta graciosa.- Siempre amor, no hay día que no me sorprendas-.
Entonces, suave, él posó sus dedos sobre la miel, y con ella se pinto los labios. La besó con autoridad, con un dejo de virilidad desatada, y fue en ese momento, en ese instante preciso - abstracto-, cuando ella decidió atarse, y fundirse en sus brazos tostados.
Se le escapo una frase, solo una. "Eres la mejor sorpresa que el destino me pudo haber dado". Luego se miraron y se perdieron en el campo de maravillas que estaba bajo la colina...