La casa estaba llena de humo, todas fumaban desesperadamente,
esperando sin duda que llegue su príncipe azul en algún carruaje
adornado con flores amarillas.
Miraban con los ojos vacíos como salían las imágenes torcidas
de la cajita que estaba encima de un mueble.
Una jugaba solitario, con los ojos cansados, como intentando
llenar el vacío que la separación le dejó, tenia una toalla en el pelo,
tenia los ojos negros por la pintura corrida, había salido hace poco del baño.
Las otras miraban confundidas, esperando que terminara.
Llegó cansado, no había dormido en días, tenia un dolor pélvico, tenia los ojos empañados, venia un poco inclinado hacia adelante.
Discutió con una, pensó: " al menos esta es sincera".
Luego de escuchar: "estábamos mejor hasta que llegaste", se tiró en la cama, abrazo a la rana verde, y esperó a que él entrara en el dormitorio.
Lloró, ( hace tiempo no lloraba con ganas ) y supo, que lo que mas importaba en ese momento era aquella persona que llegó desde muy lejos, de un planeta extraño que los astrónomos no conocen.